Menopausia y adolescencia bajo el mismo techo: ¿cómo sobrevivir sin perder la cabeza?

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Cuando pensabas que ya habías vivido suficiente con los bochornos, el insomnio y los cambios de humor… llega tu hijo adolescente con todo su torbellino emocional. 😰
¿Suena familiar? Estás viviendo dos etapas complejas al mismo tiempo: la menopausia y la adolescencia. No estás sola.

¿Por qué se cruzan estas dos etapas?

Muchas mujeres han decidido posponer la maternidad para terminar estudios, crecer profesionalmente o simplemente por elección personal. ¿El resultado? Hijos adolescentes justo cuando ellas entran en la perimenopausia o menopausia.

Lo que parecía un detalle de calendario, se vuelve un verdadero reto emocional, físico y mental.


¿Qué pasa en el cerebro del adolescente y en el de la madre?

Durante la adolescencia, el cerebro sigue en construcción. La corteza prefrontal, responsable de decisiones, planificación y control de impulsos, aún no ha madurado (lo hará cerca de los 24 años). Mientras tanto, el sistema límbico –el centro de las emociones– está en modo turbo. Resultado: explosiones de emoción, cambios bruscos y decisiones impulsivas.

Por otro lado, en la menopausia, los niveles de estrógeno bajan, afectando estructuras cerebrales clave:

🧠 Hipotálamo: problemas con el sueño, temperatura corporal y apetito.
🧠 Hipocampo: olvidos y falta de concentración.
🧠 Amígdala: más ansiedad, tristeza o irritabilidad.

El combo es explosivo: adolescentes reactivos y mamás con menos paciencia y energía.


El choque de mundos

Tú ya no eres la mamá paciente, siempre dispuesta y sonriente. Y ellos ya no son niños pequeños. El conflicto es normal, pero no inevitable.

Lo importante es entender lo que está pasando en ambos cuerpos y cerebros. Y desde ese entendimiento, construir una relación más compasiva y funcional.


5 tips para convivir (y no enloquecer)

🧘‍♀️ 1. Baja el estrés
Haz respiraciones profundas diariamente, medita al menos 20 minutos y prueba la técnica de relajación progresiva de Jacobson una vez por semana.

🛑 2. Usa ARPA
Cuando estés a punto de perder el control, recuerda:
Alto – Respira – Piensa – Actúa.
Después, ya en calma, habla con tu hijo sobre la emoción que sentiste y dale nombre.

3. Crea momentos juntos
Al menos una vez por semana, hagan algo que ambos disfruten. Puede ser algo tan simple como salir por un café, ver una serie o cocinar juntos.

🗣️ 4. Habla desde el “yo”
En vez de decir: “¡Me sacas de quicio!”, intenta: “Cuando haces eso, yo me siento molesta”. Esto genera menos confrontación y más conexión.

👂 5. Escucha sin juicio
Dale tu atención completa, incluso cuando lo que te diga te preocupe. Si siente que puede confiar en ti sin miedo a ser juzgado, fortalecerás su vínculo contigo.


Conclusión: sí se puede

La menopausia no es el fin de tu energía ni de tu capacidad como madre. Tampoco la adolescencia es una etapa perdida. Ambas fases pueden vivirse con amor, autocuidado y comunicación. 🧡

Recuerda: no eres la misma mamá de antes, y está bien. Ahora eres una mamá con experiencia, conciencia… y nuevos retos que superar.

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