Cómo manejar los celos infantiles entre hermanos

Los celos infantiles son una emoción frecuente en el desarrollo de los niños y pueden aparecer cuando sienten que han dejado de recibir la atención o el afecto que solían tener. Esta percepción puede ser real o imaginaria, pero en ambos casos genera sentimientos de frustración, envidia o tristeza.
¿Qué puede provocar celos en los niños?
Algunas situaciones comunes dentro del entorno familiar que pueden desencadenar celos incluyen:
- El nacimiento de un hermano.
- Comparaciones entre hermanos o preferencias percibidas por parte de los padres.
- Una dependencia emocional fuerte de un niño hacia uno de los padres.
Los celos son considerados normales hasta los 4 o 5 años, especialmente con la llegada de un nuevo hermano. Sin embargo, si persisten o se intensifican, pueden afectar la autoestima del niño y su capacidad para enfrentar situaciones emocionales.

¿Cómo prevenir o disminuir los celos?
Si estás esperando un nuevo bebé, estas recomendaciones pueden ayudarte:
- Prepara a tu hijo con anticipación: hazle saber que seguirá siendo amado y valorado.
- Mantén sus rutinas lo más estables posible (hora de dormir, baño, juegos).
- No lo alejes demasiado de mamá: si es posible, permite que la visite en el hospital y dedícale tiempo exclusivo cuando estén en casa.
- Hazlo partícipe del cuidado del bebé: explícale por qué el recién nacido necesita atención y permítele ayudarte en tareas sencillas.

Estas acciones refuerzan su autoestima y reducen la sensación de rivalidad.
Consejos para niños más grandes
- Evita comparaciones: cada niño tiene habilidades únicas, no los midas con la misma vara.
- No muestres favoritismos: ser justos no significa tratar igual, sino dar a cada quien lo que necesita.
Los celos no desaparecerán de un día para otro, pero con empatía, paciencia y presencia emocional, es posible transformarlos en una oportunidad de crecimiento y conexión familiar.